El toldo es un elemento básico para viviendas y negocios, pero no siempre sabemos darle el mantenimiento y la limpieza adecuados. ¿Nos acompañas?
Una vez instalado, lo más normal es que el toldo esté a la intemperie durante todo el año. Pero eso no significa que no necesite cuidados. Su apariencia y estado pueden mejorar mucho con estos simples consejos:
1. Enróllalo o recógelo si hay viento, lluvia o nieve. Si queremos que nuestro toldo dure mucho más, hay que evitar su exposición total a estas inclemencias meteorológicas. El peso de la lluvia o la nieve pueden causar problemas en la estructura.
2. Revisa que esté seco antes de recogerlo. Así evitarás que en la lona aparezca moho.
3. No fuerces el sistema automatizado de recogida. En ocasiones, un fallo del sistema puede hacer que el toldo no se recoja con normalidad. Conviene no aplicar más fuerza de la habitual; mejor dejarlo todo en manos de un técnico especialista.
4. Dale un vistazo de forma periódica a su estado. Este simple paso te llevará unos minutos y te permitirá detectar posibles rasguños o roturas tanto en la lona como en la estructura. En caso de encontrarlos, te recomendamos que avises a un técnico para que lo repare.
Quizá los excrementos de aves sea la suciedad más incómoda de eliminar en los toldos. Aconsejamos limpiar el toldo al menos dos veces al año en profundidad. Se puede utilizar una aspiradora y luego lavar la lona con agua a presión.
Lo mejor es utilizar productos de limpieza específicos para toldos, así como paños y cepillos de cerdas suaves. Antes de empezar, lee las recomendaciones del fabricante.
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