No importa que sea en restaurantes o en viviendas, las cortinas de cristal se sitúan como el cerramiento más demandado para usar hasta el último metro útil.
Las cortinas de cristal ya son una clara apuesta del sector HORECA —o lo que es lo mismo, el acrónimo para hoteles, restaurantes y cafés—. Lo vemos en plena ciudad, así como en entornos de montaña o zonas de playa.
Con la instalación de cortinas de cristal, los lugares que viven de la restauración disponen de más espacio a salvo de las malas condiciones meteorológicas, y llegan donde no lo hacen cortavientos acristalados o paravientos verticales. Así pueden ofrecer a sus clientes lugares reservados y tranquilos sin perder el encanto de la luminosidad exterior.
En las viviendas las cortinas de cristal también tienen cada vez más seguidores. Su fácil instalación (sin necesidad de obras), su alta funcionalidad y el resultado estético las hacen el cerramiento favorito para sacar más partido al espacio exterior.
Además, su instalación aporta más seguridad a la vivienda, aísla del ruido y mantiene la estancia más limpia que a la intemperie. Todo eso sin olvidar que, cuando llegue el verano o simplemente te apetezca, puedes volver a disfrutar de tu espacio abierto tal y como lo hacías antes.
Cerrar porches, terrazas y patios se ha convertido en una de las mejores formas de invertir en una propiedad. La vivienda o el local suman funcionalidad, innovación y metros. Muchas personas han hecho de su terraza un lugar de almacenamiento ideal.
Y no solo eso. Las cortinas de cristal se pueden emplear para la separación de interiores. Sin recurrir a las tediosas obras es fácil crear zonas diferenciadas, despachos y lugares reservados del resto de las estancias.
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