Los paravientos verticales son soluciones ideales para ofrecer un espacio confortable y protegido. Te contamos el momento perfecto para colocarlos.
Los paravientos verticales para hostelería son los más demandados. Sin embargo, también existe la posibilidad de colocarlos en tu casa. Aquí te dejamos algunos usos que les puedes dar —ya sea para tu hogar o negocio— en caso de encontrarte en una de estas situaciones:
1. La barandilla de tu terraza tiene huecos peligrosos y tienes niños pequeños en casa. Nada que unos cortavientos verticales no puedan solucionar. No será una obra muy costosa, crearás un espacio seguro para que tus niños puedan jugar sin preocupaciones y podrás disfrutar de estancias con más luz.
2. Tienes un jardín con piscina, niños y ningún sistema de protección. Si no quieres invertir en un cerramiento para piscinas, también puedes optar por paravientos verticales en el jardín. Una solución muy estética que actuará como barrera para que tus hijos no corran por una zona tan peligrosa sin supervisión.
3. Las medidas adoptadas para evitar la rápida propagación del coronavirus te obligan a sacar las mesas a la calle, pero aun así tienes dificultades para garantizar la distancia de seguridad. Algunas de estas estructuras tienen incorporado un cristal regulable en altura. Adáptalas en función de cada momento y colócalas entre las mesas para garantizar una protección extra entre tus clientes.
4. Tienes varias mesas en la terraza exterior de tu restaurante, pero el viento ocasional hace que tus clientes se sientan incomodos. Reconvierte el espacio y diseña un espacio más íntimo al aire libre.
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